La conocí en el centro hípico Dehesas Extremeñas, en Navalmoral de la mata.
Había otro burrito ‘Grillo», Enamorado de Frijolito, donde ella iba iba él.
Yo no sé de burritos o caballos, solo fue una pequeña parte de mi vida en la que estuve más conectada con ellos sacan muchas cosas de ti mismo y observar a los animales como a los niños o a la naturaleza es observarte también a ti, siempre es aprender.
Los animales, como los niños te obligan a parar y cuando los observas o estás parado estás también en ti.
Además ellos no conocen normas, bueno sí, las que les hemos impuesto nosotros pero aún así se las saltan y conmigo se las saltan porque yo no quiero dominarlos demasiado, sé estar a su lado y dejarlos ser.
Con ellos yo también me dejo ser.
Un día dibujé a Frijolita con su cardo borriquero en el pelo, coqueta y blanca como solo es ella.
Miraba con sus ojos grandes como de reojo, siempre brillantes, siempre juguetona, pero… era seria… era muy inteligente, soñadora…
y decidí llevar su dulzura a productos para acercarla con ellos a vuestra vida.
Y para que una parte de los beneficios vayan a ayudar a otros burritos que están en extinción algunos seres maravillosos se encargan de cuidarlos y cuando queráis podéis adoptarlos y tener un precioso burrito en vuestro hogar.
Ha sido todo un éxito. ¡Os encanta Frijolita!
Prenda u objeto que lleva a Frijolita, prenda que todo el mundo quiere yo también.
Además de cara a vestir, o a la decoración da un punto rústico vintage…
Absolutamente bohemio.
Ideal para mezclar con cualquier otro estilo.
Para vestir…
Para moverte…
Para respirar…
Para activarte…
Para arrullarte…
Para olvidar…
Para recordar…
Para tomar tu tacita de té , tu café o tu caldo caliente…